Barton Fink frente a su chica de la playa
Agobio, agobio. Ahora mismo entiendo perfectamente a Barton Fink (Joel Coen, 1991). Claro que por lo menos él había escrito y dirigido una exitosa obra en Broadway. Pero ahí está. El bloqueo. Bloqueo. Bloqueo.Barton Fink soñaba con una mujer frente al mar, en la playa. Yo he soñado hoy por tercera vez con un pirata que entra en un barco que no es el suyo. Al pasar por cubierta una red se le cae encima, le aplasta. El olor fétido de los peces en descomposición que hay atrapados en ella le provocan náuseas. Entonces alguien levanta un extremo de la malla y aparece una mano. Es mi mano. Pero como yo soy el pirata también, al quedar libre me obligo a engullir uno de esos pútridos pescados.
Sueño además que tengo un fabuloso final para mi historia. Algo extraordinario! La exaltación me invade: El pirata devorador de cadáveres marinos se aleja en el barco rumbo al horizonte. Estoy feliz. Satisfecho. Entonces me despierto.
No soy un pirata atrapado en una red, pero sigo sin tener un final que no sea tristemente típico como el del sueño.
1 comentario:
Se hai vida hai esperanza. Veño de remata-la secuencia das escaleiras. Agardo as vosas valoracións.
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