25 septiembre 2014

Aquella ley no escrita


Acabo de ver este vídeo (gracias Rosana) y se me ocurre que la autoestima es una necesidad básica. Hay quien la alimenta con dinero y quien la edifica en el mismo centro de un paisaje inventado. Sobra decir que ambas fórmulas son lícitas (junto al millón que quedan aquí sin citar).

Lo realmente injusto es saber que tu elección está en ocasiones en manos de alguien incapacitado para ver que esas necesidades que tú tienes son tan valiosas como las suyas. Alguien que dice defender "el bien general de la sociedad" aunque en ella no reserve un espacio que tú puedas ocupar y en el que puedas crecer.

Lo digo, por supuesto, desde el punto de vista de una persona no influyente. Alguien que ha intentado hacer su parte con suma perfección (¿no es esa la definición de artista?) pero que, al cabo, ha conseguido hacerlo solamente "lo mejor que le ha sido posible".

Y no, no me estoy quejando. A lo largo de diez años (ya casi once) he tenido la ocasión de aprender de unos cuantos profesionales excepcionales y también, claro, de algunos pocos miserables. 

Me he visto en todo tipo de situaciones. Con cada una de mis decisiones he intentado echar abajo aquella ley no escrita que reza: "Para triunfar [con independencia del campo] hay que ser un poco cabrón" y tengo que decir que todavía no he conseguido situarme en una posición ventajosa.

Ahora voy a empezar a impartir clases y la responsabilidad de formar a otras personas es abrumadora. Espero que ese rato junto a ellos en las aulas les sirva para aprender habilidades y que estas les ayuden a seguir sin miedos su propio camino. Yo sigo disfrutando cada día del mío. Y no será porque me lo hayan puesto fácil (más bien porque es para mí una necesidad básica seguirlo y una cuestión de autoestima).

09 septiembre 2014

Cenizas de rosas

Sin querer hacer de este sitio un obituario, es de justicia reconocer el mérito en la batalla a Gustavo Cerati. Porque la historia no siempre la escriben los que ganan.

08 agosto 2014

Créditos finales

Hace ya más de diez años que escribí "La Maraña" y este segundo abordaje al guión largo ha sido menos doloroso. En menos tiempo de lo esperado he llegado a los créditos finales. Ayudó el hecho de trabajar con un material inmejorable (la novela inédita de J.J. Míguez Veiga); también las recomendaciones literarias de Álex y Borja (¡el sistema de tarjetas realmente funciona!); el apoyo de los más cercanos y, por qué no decirlo, la necesidad que llama todos los días a la puerta de muchas familias como la mía.


Ahora pasamos a lo bueno: partirme la cara para defenderlo. Y no conformarme con eso, empezar otro (ahora que el engranaje vuelve a estar operativo).

28 abril 2014

Fe de Errores (16) / El instante después

Con la máquina a pleno rendimiento, planeo el asalto al instante después del Juicio Final. Con todos esos cadáveres apilándose en las cunetas, en las colas del paro, incluso algunos a los que les ha sorprendido el evento en el retrete; intento evitar que me pille la nueva Era preguntándome, ¡que putada!, he sobrevivido. ¿Y ahora qué? Os voy a decir "qué"... espero que muy pronto.