28 noviembre 2009

Fe de Errores (7)

Recuerdo soñar con formar parte de una compañía de teatro. Eso fue bastante antes de conocer las delicias del cine (del montaje) en la Escuela de Imagen y Sonido. Entonces era un actor valiente. Muy bueno, por cierto. Capaz de actuar y dirigir a un nivel extraordinario. Vaya mierda más gorda. Se ve que con menos años, menos aprietan también las exigencias y más generoso se es en la consideración de uno mismo. Pero el mundo evoluciona con una arritmia vertiginosa y nos pasa por encima aplastándonos. El tiempo pone a cada uno en su sitio. Coño, es que es verdad.

Un día empiezas a dudar de tu tamaño. Es un giro doloroso, pero necesario. Aceptas que con una boca tan pequeña no puede uno comerse el mundo y tomas la decisión de hablar en voz baja. Con los pies percibiendo el suelo por primera vez, avanzas tambaleándote en una dirección, rezando porque sea la correcta. Ahora piensas mucho más cada paso, quizás porque ahora sí sientes las piedras del camino. Y te cruzas con gente que pasa volando por encima de ti arrastrando su propia mentira y pisándote a veces la cabeza. Extraordinarios.

Admito haber soñado con dirigir películas, también con actuar en una compañía. Soñé tantas estupideces que llegué a olvidar que lo que realmente necesitaba eran el cine y el teatro, no esa imagen amorfa de mí mismo: un hombre-elefante que se creía Adonis.

2 comentarios:

ortiga70 dijo...

Es cierto MulDr, hay gente que pasa por encima de ti, arrastrándote....Esas personas no es que sean de más valía que tu, ni mucho menos, todo lo contrario,muchos de ellos se lo llegan a creer de tal manera, que hacen que los demás se crean sus propias mentiras. Conozco a mucha gente que no tiene ni puta idea de nada, y sin embargo, ahí están. Es algo dificil de creer y de explicar.
No creo que estuvieras equivocado pensando esas cosas. Hay que tener sueños e ilusiones en esta vida. Mira como he terminado yo, de mariscador cogiendo ortigas de mar.....pude ser un chico brillante.... En fin, el tema es que aqui seguimos para bien o para mal. Los años pasan y la incertidumbre pesa como una losa.
Por lo menos tenemos un trabajo. Otros no tiene tanta suerte.

Un abrazo, mi querido amigo.

Manuel Macou dijo...

Caray... No sé si es posible estar más de acuerdo con alguien, pero debe ser difícil. Solamente puntualizaría que puede que no tengas el brillo de ese chico del que hablas con nostalgia, pero los años, el trabajo y tal vez las ortigas de mar te han convertido en este chico que eres y, te aseguro, algo brilla. No sabré de cine, no sabré de actuar o de teatro, pero los ojos los tengo sanos.

Gracias por entrar, por contar, por llamarme amigo, amigo.