08 octubre 2009

Animalario

Hace unas semanas me fui al cine con Martin, único ser humano en el mundo (a día de hoy*) con la capacidad de sacarme de la quietud de Cerceda para disfrutar de la carnicería de Malditos Bastardos. La cuestión es que en una de esas parrafadas autocomplacientes en las que tanto se gusta Tarantino, uno de los protagonistas se pregunta por qué nos asquean las ratas y no así las ardillas, que son prácticamente iguales (excepto por su cola).

Y lo cierto es que en eso hay que decir que el bueno de Quentin tiene razón. Hay animales socialmente bien (y mal) vistos dependiendo de la cultura a la que pertenezcas. Porque, con sinceridad: ¿a alguno de vosotros le gustaría ser un cerdo, cucaracha o babosa?; pero, ay, qué buenas son las hormiguitas que trabajan de sol a sol, y que bonitas se ven cuando marchan en fila de a uno, sorteando obstáculos, portando diez veces su propio peso. ¡Qué monada y que bien se lo montan!


Sea como sea, admitamos que el proyecto de diseño que os quería recomendar con esta entrada, no tendría posiblmente el mismo tirón si llega a llamarse el cerdo amarillo, la cucaracha roja, o la babosa multicolor.


Hace un año la gente de La hormiga azul empezó a creer en sus inquietudes y a publicar pequeños trabajos reunidos en un fanzine. Quizás se vieron identificados con las hormigas porque juntos sacan más partido de sí mismos como individuos; o porque esconden en lo más profundo, donde normalmente no llega el ojo humano, un universo asombroso e interesante (¡quién sabe!).

Dejo un link permanente por si queréis colaborar con ellos o, simplemente, visitarlos de vez en cuando para comprobar que la comunidad sigue viva allá en el hormiguero. Ellos, cada tres meses, compartirán su arte con todos nosotros sin prejuzgarnos por el hecho de ser cerdos, ratas, ardillas, cucarachas o babosas.

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* Se admiten invitaciones.

4 comentarios:

bela dijo...

Pero bueno, te gustó la peli o no?.
Por cierto a mi las hormiguitas de los cojones me cargan, las odio y me compro mi bote de insecticida para eliminarlas cuando empiezan a hacer estragos en mis plantas!!!. Pero es cierto que están muy bien vistas, las muy...
Oye, veo que te diste un paseo por la casa de Amelie. Pero no hay forma, ya no vuelve, con lo interesante que eran todas sus recomendaciones.:·(

Un saludo

Manuel Macou dijo...

Sí bueno, pasé un buen rato con los Bastardos. Pero me pareció una auténtica tomadura de pelo el final, me sobraron algunos excesos de carnaza y me aborrecen los guiños onanistas a su propia filmografía.

Está bien para pasar el rato pero hay ya quien dice que es su obra maestra (allá cada uno con sus gustos jajajajajaja).

Por cierto, una pena lo de Amelie, la verdad. ¡¡¡Pero hemos recuperado a Ortiga!!! (no se puede tener todo en este mundo).

ortiga70 dijo...

Aquí está el tio!!!
Bueno, pues ya se a que atenerme con Malditos Bastardos..... Yo estuve viendo Ágora......La peli está bien, nos recuerda con bastante exactitud aquellos tiempos tan difíciles para todos, sobre todo para las féminas. Aunque te aviso, tampoco es para tirar cohetes. Pasas un rato entretenido, aprendes algo nuevo sobre historia y poco más......
Hasta ahora, Tesis es mi favorita con mayúsculas ( ¿que tendrán las ópras primas que tanto seducen?)

Sigo subiendo obras maestras a megavideo ;)

Manuel Macou dijo...

Gracias por el comentario, Ortiga. Mis ganas de ver Ágora ya eran pocas (la verdad). Supongo que esperaré a que salga en DVD.

La que me han dicho que es una pasada es la nueva de Campanella con Ricardo Darín: El secreto de sus ojos. Dicen que está incluso mejor que El hijo de la novia (ahí es nada).

En cuanto a las óperas primas... tienen ese "frescor" que da la ilusión de dirigir "por fin" una película. Solamente algunos grandes (estoy pensando ahora en Eastwood -sin ir más lejos-) son capaces de mantener esa ilusión viva en cada proyecto.

Mmmm y me has dado la idea de abrir una entrada con óperas primas magistrales. A ver si me pongo a ello.

Un abrazo!!!