09 marzo 2009

Autorretretetour a la gallega

Foto guarra (como el sonido de los Mamá Ladilla) sacada por Martin DeSoto

Este viernes pasado y (seguramente) mientras Rodrigo Guerrero descansaba la noche anterior a la grabación de la Banda Sonora de Aurora, yo rompía mis casi cuatro años de voluntario confinamiento (omitiendo varias fugas al cine) para ir de concierto. Dentro de su Autorretretetour los Mamá Ladilla pasaron por Coruña. Bendita ocasión para acabar con una promesa de clausura, por estúpida que esta sea.


Mucha culpa tiene el señor DeSoto que me llamó, tal vez movido por el mismo sentimiento que a mí me empujó a aceptar la invitación: la nostalgia. Atrás quedaron aquellos días laborales en el Polígamo de Pocomaco bajo la amenaza de un centenar de bombonas de butano a punto de estallar, el sonido coral de varias radiales y el monográfico musical a cargo de los Ladilla en la cabina de montaje (tan solo interferido por alguna banda sonora de Morricone, Zimmer y alguna que otra conversación cinéfila).

A dos o tres generaciones consiguieron hacer saltar los Mamá Ladilla durante unas horas. Fue un buen concierto, como le dije a Martin al salir, pese a (o gacias a -vete a saber-) el nefasto sonido de la Sala Mardigras. Puede que echásemos de menos algún tema como Acoso sexual y tamén a unos Mamá Ladilla un poco máis irreverentes, pero a lo mejor es cierto que los años no pasan en vano.

Resumiendo, que parezco gallego: valió la pena pecar.

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