15 agosto 2008

Cuestiones (6)

Esta semana he cumplido años y el hecho de superar la treintena me ha revivido algunas cuestiones que me han acompañado desde que decidí participar en esta olimpiada kafkiana llamada audiovisual:

¿Sirve de algo hacer cortometrajes? ¿Qué trascendencia tiene esto del audiovisual o el cine? ¿Para alguien más que para mí mismo es rentable invertir tanto tiempo y esfuerzo en preparar un proyecto al que (con toda seguridad) no tendrá acceso casi nadie? Me pregunto si merece la pena dedicarse a contar historias y, finalmente, si es realmente necesario.

Prefiero no pensar que al final hacer cine solamente es terapia para el que decide contar algo a través de la imagen en movimiento y el sonido; una forma de espantar (o invocar) fantasmas; de intentar dejar en este mundo una huella que a la fuerza se borrará con la siguiente marea. Y digo que prefiero no pensar en esto, porque este discurso me sitúa en un escenario poco deseable teniendo en cuenta que durante una gran parte de mi vida he luchado por estar en el camino en el que ahora me encuentro.

Deseo sinceramente que Aurora atraviese con determinación la cuarta pared y ejerza un efecto terapéutico también sobre el que lo vea. Solamente entonces pensaré que acabo de hacer algo de provecho, no por mí o por los que me rodean, si no por el propio tiempo (que al final es el verdadero regalo en esta vida).

4 comentarios:

Mavado dijo...

¡¡Felicidades, campeón!!

Bienvenido a los 30. :D

Siempre es rentable invertir en algo que te gusta. ;)

Manuel Macou dijo...

Gracias majete. Hoy no he podido ver la de Batman porque un atasco nos obligó a ver Hancock, pero mañana la veré y ya te contaré ;)

Gracias por entrar en nuestro rinconcito :))))

Saha dijo...

Felicidades meloncio sin gusto musical :PPPPPPPPPPPPPPPPPP

Manuel Macou dijo...

Gracias guapa! Cuanto tiempo sin leerte! Ya hablaremos de lo del gusto musical (que todo es relativo) :PPP