25 agosto 2008

Fe de Errores (4)

La forma en que la sociedad asume los cambios que se van produciendo a su alrededor a veces está más próxima a la sabiduría de lo que lo están ciertas disertaciones de especialistas en la materia. Eso pasa, en mi opinión, con la lengua en nuestra tierra.

Yo amo nuestros idiomas, porque me acercan a mis semejantes (incluso a los que ya no están o a aquellos que no he llegado a conocer porque nacieron mucho antes de que mis propios padres lo hubieran hecho) y porque estoy convencido de que el mundo es más rico con su existencia.

Pero la imposición es contraproducente y las trabas a su utilización (con tanto continuo cambio) un grave error. La solución no es sencilla, lo adimito, no obstante hace dos días, paseando por Coruña cerca del Millenium, nos encontramos un grito hecho pintada al que, sin duda, me adscribo:


La evolución natural no debería ser provocada, ¿no?

15 agosto 2008

Cuestiones (6)

Esta semana he cumplido años y el hecho de superar la treintena me ha revivido algunas cuestiones que me han acompañado desde que decidí participar en esta olimpiada kafkiana llamada audiovisual:

¿Sirve de algo hacer cortometrajes? ¿Qué trascendencia tiene esto del audiovisual o el cine? ¿Para alguien más que para mí mismo es rentable invertir tanto tiempo y esfuerzo en preparar un proyecto al que (con toda seguridad) no tendrá acceso casi nadie? Me pregunto si merece la pena dedicarse a contar historias y, finalmente, si es realmente necesario.

Prefiero no pensar que al final hacer cine solamente es terapia para el que decide contar algo a través de la imagen en movimiento y el sonido; una forma de espantar (o invocar) fantasmas; de intentar dejar en este mundo una huella que a la fuerza se borrará con la siguiente marea. Y digo que prefiero no pensar en esto, porque este discurso me sitúa en un escenario poco deseable teniendo en cuenta que durante una gran parte de mi vida he luchado por estar en el camino en el que ahora me encuentro.

Deseo sinceramente que Aurora atraviese con determinación la cuarta pared y ejerza un efecto terapéutico también sobre el que lo vea. Solamente entonces pensaré que acabo de hacer algo de provecho, no por mí o por los que me rodean, si no por el propio tiempo (que al final es el verdadero regalo en esta vida).

09 agosto 2008

Eucalipto y sonidos de otros tiempos

Aurora sigue trayéndonos alegrías. Y a pesar de que ahora hemos tenido que dividir los esfuerzos, de alguna forma continuamos avanzando.

La semana pasada, María (Productora Ejecutiva) consiguió ponerse en contacto con Amancio Prada (primero a través de su representante y después en persona) y podemos por fin confirmar que en la Banda Sonora contaremos con esa preciosa canción de la que hablábamos a mediados de mayo.

Desde el principio, Aurora se me presentó como una aventura íntima que debía ser compartida. Por eso cuando Abi y Roberto encontraron "Amiga, namorado vou" al instante supe que era perfecta para nuestra historia.

¿Por qué Amancio Prada? Vais a permitirme que, como buen gallego, de un pequeño rodeo para contaros los motivos:

Siendo niño eran frecuentes mis afecciones pulmonares. Para combatirlas, todos los días, al volver del colegio, nos esperaba aparcado (a mi hermana y a mí) el Citröen Dian-6 color crema (¡cómo lloramos el día que mi padre decidió cambiarlo!) para llevarnos hasta Hermelo o Liboreiro. En aquellos paseos aprendimos a escalar, a amar la naturaleza (valores tan desafasados hoy en día) y un par de nombres de setas. Algo de culpa tiene mi padre en todo eso.

Pero esos paseos no siempre eran efectivos y por eso no era extraño pasar algún día encamado. Mi madre hervía entonces agua en una olla y echaba en ella las hojas de eucalipto recogidas por el camino; después traía la perola a la habitación y la dejaba debajo de la mesilla. Para hacerme compañía, me acercaba la cesta con la calceta (con la que hacía bufandas sobre todo) y también un magnetofón con cassettes.

¡Cuántas veces tengo escuchado aquellas cintas! Desde Bob Seger a los chistes de Arévalo, pasando por El Puma. Pero mis preferidas, las que más veces ponía, eran aquellas que me acercaban nuestros sonidos: Milladoiro, Fuxan os Ventos... y Amancio Prada. Por eso es tan importante para a mí que sea él (y no otro) el que complete musicalmente nuestra historia.

Si Aurora llega a vosotros con los sonidos que rodean mis recuerdos será gracias al buen hacer de María y, como no, a la generosidad de Amancio Prada. Y para él va dedicada esta entrada. Gracias amigo por permitirnos emplear todo el sentimento que transmites al cantar en favor de nuestro proyecto.